La bomba explotó. Luego del polémico fallo que descalificó a Independiente de la Copa Sudamericana, el Rojo emitió un durísimo comunicado contra la Conmebol, calificando la decisión de “política” y acusando a Alejandro Domínguez de favorecer a las Sociedades Anónimas Deportivas. La carta, una verdadera declaración de guerra, sacudió el fútbol sudamericano y también expuso la falta de apoyo que el club sintió por parte de la AFA.
La Conmebol no solo eliminó al equipo por los incidentes en el partido de vuelta contra la Universidad de Chile, sino que también impuso multas económicas y una severa sanción de 14 partidos sin público (siete como local y siete como visitante) en el ámbito internacional. En respuesta, la directiva del Rojo exigió que se retiren todas las referencias al club del museo de la entidad en Luque, un gesto que subraya la ruptura total con la gestión de Domínguez.
El durísimo mensaje de Independiente provocó una reacción tardía en la AFA. Claudio “Chiqui” Tapia se reunió el viernes por la tarde noche en el predio de Ezeiza con el presidente de Independiente, Néstor Grindetti. En el encuentro, Tapia, que además es representante interino de la Conmebol ante la FIFA, habría planteado que la postura agresiva del comunicado no ayudaría a la causa del club y sugirió la posibilidad de mediar entre las partes y calmar un poco los ánimos.
Sin embargo, desde el lado de Independiente se habría manifestado el descontento por no haber recibido apoyo de la AFA ni del resto del fútbol argentino desde el inicio del escándalo y que ahora es demasiado tarde. El club sintió que fue dejado solo para enfrentar uno de los castigos más severos en la historia de la Conmebol, una sensación de injusticia que ahora motiva una ofensiva legal sin precedentes.
Ahora, el club apelará a todas las vías posibles para que la Conmebol reconsidere una decisión que consideran completamente arbitraria.
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