El defensor central brindó sus primeras palabras tras convertirse oficialmente en jugador del Rojo y habló del buen momento que atraviesa.
Independiente recibió su regalo de navidad de forma anticipada. Kevin Lomónaco se convirtió oficialmente en jugador Diablo luego de que el club ejecutara la opción de compra de 3 millones de dólares al Bragantino de Brasil. Y mientras vive sus primeras horas tras el acuerdo entre clubes, el defensor central expresó su alegría por firmar un contrato hasta diciembre de 2027.
“Por suerte ayer se terminó todo y me compró Independiente. No es fácil en la situación del club y sé que los dirigentes hicieron un esfuerzo grande. Confiaron desde un principio en mí. Venía de estar parado mucho tiempo. Me pone muy contento“, expresó el defensor de 22 años en diálogo con Radio La Red.
Un total de 20 partidos son los que Lomónaco debió disputar con la camiseta de Independiente para convertirse en una de las figuras del equipo y demostrar las razones por las que la institución debía hacer un esfuerzo económico por su pase. Aunque el propio jugador destaca que el nivel individual enseñado en la cancha fue de la mano con su arribo al Rey de Copas. “Desde que llegué a Independiente, mejoré mucho lo defensivo por pedido de Julio (Vaccari). Mejoré en los duelos y el juego aéreo”, confesó.
Ahora, con su continuidad asegurada en Avellaneda, Lomónaco puede planificar un 2025 completo vistiendo la camiseta del Rojo, con múltiple competencia y varios objetivos en la mira, sobre los que manifestó: “Si bien entrar a la Libertadores era el objetivo, tuvimos partidos difíciles en el medio y nos fue mejor de local que de visitante, pero jugar la Copa Sudamericana para el club también es importante“.
“Tuvimos semanas duras y la verdad es que sacamos muy buenos resultados ante eso. Ahí es donde se muestra la fortaleza del grupo”, analizó acerca de semestre que lleva en el club. Además, explicó las diferentes cuestiones internas que atravesó el grupo. “Como en todos los planteles, hay problemas. Nosotros tratamos de manejarlo entre nosotros, puertas adentro. Porque sabemos que para afuera se pueden decir muchas cosas y siento que no es lo correcto”, aseguró.
El hecho de haberse convertido en una de las banderas del conjunto de Vaccari, dejando en evidencia ser dueño de una técnica y claridad táctica que escasea en el fútbol argentino, permiten considerar con fuerzas las chances de que exista un llamado de parte de la Selección argentina para el marcador surgido de Lanús. Aunque Kevin trata de mantener la calma. “Que se hable de la Selección la verdad que me pone muy feliz“, expresó.
Y agregó: “Hoy trato de disfrutar todo en Independiente, darlo todo ahí y llegado el momento, si se llega a dar, sería un sueño. Tengo que dar el máximo en Independiente“.
Tras convertirse en Diablo, el zaguero del Rojo podrá continuar disfrutando de sus vacaciones, sabiendo que el 3 de enero deberá presentarse en la pretemporada de Villa Domínico. Allí lo esperará Vaccari, quien al exclamar que “si se va Lomónaco”, se pondría “a llorar” posiblemente se encuentre contento con haber recibido el regalo de navidad que deseaba a toda costa para encarar un nuevo año.
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